He cerrado el círculo (al cuadrado)³.

He cerrado el círculo (al cuadrado)³.
Día 147 esperando a que un vídeo de m…

Si me sigues en Instagram o TikTok seguro que te suena esa frase. Forma parte de una serie de vídeos que comencé hace meses con la idea de superar el millón de visitas con contenido paupérrimo. En Instagram lo conseguí a principios de año y en TikTok hace unos meses (lo conté aquí). YouTube lo tenía como un sitio más serio donde subir contenido de calidad, y me di por satisfecho con un viral que conseguí en un legendario canal que, junto con otros más de 20, ha desaparecido en el último mes.

Pero en medio de esta escabechina sin sentido a la que me ha sometido la plataforma roja, hay un canal que resiste como la palmera que se dobla pero aguanta el huracán. Un canal que tenía ya dejado de lado porque el nicho no explotaba como al principio, y para monetizar en shorts, hay que lograr 10 millones de visitas en 3 meses.

Así que, viendo la deriva absoluta a la que estaba destinado todo lo que mi dedo había tocado, pensé que poco más podía perder y le hice un reset: oculté todos los vídeos del canal, le hice un lavado de cara, le cambié el nombre y busqué un nuevo nicho que me permitiera hacer vídeos con poco trabajo y tuviera una audiencia masiva.

¿El resultado? Un buen pelotazo. El primer vídeo superó las 600.000 visitas, y unos vídeos más tarde conseguía cerrar el círculo que había empezado en Instagram: superar el millón de visitas en todas las plataformas con contenido generado sin esfuerzo.

A la vez que yo, mi compañero de fracasos Don Paquito, al que recordaréis de míticos streams a dúo y de mi primer vídeo serio*, también ha superado el millón en un short de contenido vago y estoy muy orgulloso de que haya subido más de 2 vídeos a un canal y encima lo haya petao.

*Aquí iba a enlazar al mítico vídeo de "Auge y caída de mi página porno" que en su día decidí también subir a XVideos, pero también me lo han tirado de ahí. Dios del Fracaso no es un nombre elegido arbitrariamente.

Ahora solo quedaría la placa, que podría haber conseguido con este mismo canal si lo hubiera mantenido en su día, aunque creo que no tiene tanto valor como el tiempo que me consumía. Pero con el lavado de cara he conseguido un formato que me consume solo unos minutos al día, y aunque el ratio de subs ahora es muy bajo, seguiré probando este canal hasta que YouTube decida cerrar la última puerta.

Con todo lo acontecido este mes, creo que este vídeo es una buena manera de poner punto y final a los experimentos en redes, y hacer lo que sugería en el último post: cambiar de rumbo.

Tengo alguna que otra idea y, como decía Barney Stinson: lo nuevo siempre es mejor.

Va a ser legen... espera... ¡dario!

Un abrazo,

A.