He conseguido 2 MILLONES con BASURA

Hace unos años que las grandes mentes creativas de Twitch y YouTube dieron con el que seguramente sea el formato más lamentable de todos: las reacciones. Consiste básicamente en robar contenido ajeno poniendo tu cara encima y, con suerte, conjugar algún verbo para que parezca que añades «valor», la palabra de moda.
¿Nueva canción de la ameba de turno? Reacción. ¿Nuevo documental que al creador le ha llevado 1 mes de trabajo? Reacción. Monetizar el trabajo ajeno con el menor esfuerzo posible, también conocido como capitalismo.
Y como no podía ser de otra manera, este nicho se acabó exportando al mayor vertedero de contenido conocido hasta la fecha: el formato vertical. TikTok incluso tiene una opción para compartir el vídeo y grabarte encima.
Pero no hay nadie más ingenioso que un vago que quiere trabajar menos, y entonces llegó la versión mejorada: reaccionar solo con muecas. Nada de aportar un discurso sobre el contenido, solo caras, como si te grabaras un vídeo para hacer miniaturas de Mr. Beast.
Con esta idea en mente, pensé en hacer un experimento reaccionando a decenas de vídeos sin mayor esfuerzo que colocarme en ellos y poco más. Si ya conseguí más de 5 millones de visitas con el reto de «un vídeo de mierda hasta superar el millón», ¿por qué no iba a triunfar este? Pero claro, quería fardar de rey de los vagos, así que pensé: me grabo un par de minutos reaccionando, quito el fondo, y a editar vídeos.
Demasiado esfuerzo.
No quería tener que estar descargando un vídeo, abriéndolo en el editor, cortando, exportando y subiendo. Aquí hemos venido a generar, no a trabajar. Así que abrí ChatGPT y le pedí un código que cumpliera con lo siguiente:
Al ejecutarlo, me pediría la URL de un vídeo (de cualquier red social, incluida X), descargaría ese vídeo, le añadiría encima una sección aleatoria de mi vídeo de la misma duración que el original, y lo exportaría.
Demasiado esfuerzo.
Piénsalo, eso significa que tengo que ir pegando URLs de una en una, subiendo los vídeos… A ese ritmo nunca voy a poder evadir millones donando 4 máquinas para el cáncer. Así que me puse las pilas, y con un poco de esfuerzo (poco, la verdad) y la API de YouTube, hice el script final, el mayor generador de basura jamás creado. Y era tan fácil como esto:
- En un bloc de notas, pongo la URL del vídeo a descargar, seguido del título y la fecha a la que quiero programar el short (por desgracia, las demás redes no tienen una API pública).
- En la siguiente fila, lo mismo con otro vídeo. Y así, uno por fila, ad nauseam.
- Lo ejecuto, me genera todos los vídeos con mi reacción aleatoria, los sube a mi canal de YouTube y me los deja programados en la fecha elegida con el título correspondiente.

He de decir que la última versión es un poco más completa, me ordena los vídeos en carpetas después de generarlos y me deja poner qué vídeo de reacción elige y si empieza desde el inicio o desde un momento aleatorio. Sí, me grabé otro vídeo, para que luego me llamen vago.
Ahora el proceso era sencillo: scrollear entre vídeos virales, ir copiando URLs, pasarlas por ChatGPT para que me ponga las fechas y ejecutar. ¿El límite de vídeos diarios? El del propio YouTube, que limita el uso de la API, aunque técnicamente te lo puedes saltar pero… Demasiado esfuerzo.
La parte mala, como he dicho antes, es que tanto Instagram como TikTok no tienen esta opción de automatización, así que tuve que subir los vídeos a mano. Lo que evidentemente resultó en menos vídeos, pero… más visitas.
En el canal de YouTube uno de los días subí de manera pública todos los vídeos que me dejó la plataforma, y no sé si me detectó como spam o cuál es el motivo real, pero desde entonces los shorts se quedaron a 0 (aunque acabo de empezar otro experimento y ya no está a 0 así que tranquilos, el shadowban son los padres). Eso sí, alguno de los primeros llegó a 25 000 visitas.

En Instagram el vídeo más visto tiene 11 100 visitas, que lejos de poder considerarse viral, no está mal para haberme costado dos clics hacerlo. Además, la media de visitas estaba muy por encima de lo habitual, con unos cuantos entre 5000 y 8000 visitas.

Pero TikTok… TikTok es el vertedero por excelencia, con permiso de X. Y jugó fuerte para llevarse la medalla, logrando que uno de los primeros vídeos llegara casi a los 2 millones de visitas. Irónicamente, poco después empezó a marcarme todos los vídeos como no originales o de baja calidad, lo que implica que tienes que apelar y esperar a que un NPC decida si lo restaura. Demasiado esfuerzo.

¿Resultado? Mi cara reaccionando como si sufriera de insuficiencia respiratoria se ha reproducido más de 2 000 000 de veces, durante un lapso de tiempo similar al de 2 años; otro reto completamente absurdo superado.
Y si has llegado hasta aquí y has entendido el proceso, seguramente te habrás dado cuenta de que ese código sirve también para hacer lo que se conoce como arbitraje de contenido: robar vídeos de una plataforma para subirlos a otra donde no estén. Y estás en lo cierto, pero de eso hablaremos cuando consiga otro fracaso del fracaso.
Automatización a manubrio de A 1 - 0 Automatización de IA
Ya queda menos para el próximo fracaso, seguiremos informando.
Pasa una buena semana,
A.