Tu cuenta de YouTube ha sido eliminada.

Con esta preciosa sorpresa me levanté hace unas semanas, después de tener que grabar y editar dos veces el vídeo que acabaría causando la tragedia final.

Mi canal principal había sido eliminado de golpe, sin aviso previo. Ya no quedaba nada.

No estaba monetizado, no me generaba ningún beneficio tangible y tenía pocos suscriptores, pero lo malo de esto no es la desaparición del canal en sí. Tampoco lo es la pérdida del material que había en él, muchos de los vídeos ya irrecuperables tras cientos de horas de trabajo.

Lo es el hecho de que, a partir de ahora, YouTube puede banear cualquier canal que crea que es mío con un solo clic.

Tranquilo, la publicidad llena de estafas o con contenido completamente explícito que se publica después de que un humano lo haya revisado, eso seguirá. Por eso no te preocupes.

La otra parte frustrante es que, al menos desde mi punto de vista, el baneo es totalmente injusto e, irónicamente, es algo que criticaba en el vídeo, tanto eso como la parte negativa de tener todo automatizado.

En el caso de YouTube, por mucho que lo nieguen, todo el sistema de apelaciones está completamente automatizado y para el usuario resulta imposible hablar con un humano real que vea el vídeo que causa el desastre o que pueda hacer algo.

Si te pasa como a mí (puedes ver el vídeo completo aquí para entenderlo mejor), que me pilló en medio de una ola de baneos también automatizada y justo 4 horas después de subir mi vídeo hablando sobre ese trend, pues estás fuera, y no hay nada que puedas hacer.

Junto con mi principal, el mismo día cayeron al menos 2 canales míos más, y hoy ha caído otro. Y supongo que así irá siendo poco a poco con todos hasta que no quede nada.

Fíjate si es injusto que el vídeo está entero en Instagram y en TikTok sin ningún tipo de restricción, y estamos hablando de redes que me han censurado una foto con un micrófono por "contenido sexual (forma fálica)".

Cuando acabé de editar el vídeo por segunda vez sentí que había encontrado un formato que me gustaba, y con el que podía grabar y editar un vídeo en un solo día sin mucho problema. Pero llevaría el título de Dios del Fracaso completamente en vano si eso hubiera durado más de un solo vídeo, claro.

También es un buen recordatorio de que a veces, dejar las cosas para el día siguiente es la mejor opción.

Si yo lo hubiera hecho, habría visto la ola de baneos, y habría cambiado el título (era parte del trend y es con eso como encontraron mi canal para banearlo) y habría pixelado el no-nudismo. Pero decidí trabajar de más ese día, y regrabar y reeditar todo. A veces eso que nos venden por vagancia es la mejor opción.

Entonces, ¿qué viene ahora?

Pues de momento, voy a ver hasta dónde da de sí un proyecto del que no puedo hablar todavía, y si ese desaparece, probablemente dejaré las redes de lado y me sumergiré en el ascetismo más puro, dedicándome solo a leer, escribir, comer y beber.

Quizás sea esa una buena excusa para retomar esta newsletter con más fuerza.

Así que, resumiendo, no hagas hoy lo que puedas dejar para mañana.

Que pases una buena semana.

A.