Tú ya eres mejor que Elon Musk

Vale, en el fondo tampoco es que tenga mucho mérito, no te flipes. Pero el ridículo continuo que ha estado haciendo esta semana es ya delirante. Es más, he publicado un vídeo donde te lo cuento y reflexiono sobre el éxito mientras hago una tortilla de patatas con trufa:
No contento con eso, ha huido hacia adelante compartiendo unas capturas privadas con Asmongold para “demostrar que alguien maneja su contenido” y, sorpresa: era una conversación donde Asmon explicaba que, como cualquier streamer grande, tiene editores que seleccionan su contenido diario. Como la gente reaccionó riéndose de semejante memez, nuestro abanderado de la libertad de expresión empezó el juego de poder: primero le quitó la insignia de gaming en su perfil, luego el verificado, luego se lo devolvió… como un niño cuando el balón es suyo pero no sabe jugar a fútbol.
Más allá de esto, si ves el vídeo verás que no es precisamente un vídeo de odio (de hecho no tengo ningún tipo de interés en vídeos polémicos). Solo me río un poco de que uno de los tíos más ricos del mundo se dedique a construir una vida falsa porque la suya no le parece lo suficientemente buena, y luego reflexiono sobre qué es el éxito. Tampoco es algo de extrañar, ya que ni siquiera en eso es el primero: ya lo hizo Dan Bilzerian haciéndose pasar por jugador profesional de póquer. Pero claro, no podían faltar los lamebotas que vienen a insultar, y me hace gracia porque están todos cortados por el mismo molde.
Los argumentos para “desmontar” mi vídeo (no sé muy bien qué hay que desmontar si es una opinión sobre un hecho real) son los siguientes:
- Estás gordo.
- [Inserta aquí tu falacia de autoridad preferida]
- Rojo.
Hay uno que me ha hecho especial gracia porque después de comentar, ha ido corriendo a ocultar los vídeos de su canal. La valentía del anonimato, jeje.
Lo que me entristece de esto es que no haya nadie a la altura. Quiero decir: no me pilla por sorpresa que alguien que idolatra a un tipo que, siendo millonario, dedica su vida a twittear y mentir tenga la capacidad argumentativa de un adolescente que se fuma el porro de las 8 antes de entrar a clase. Pero joder, que hasta el hatear se puede hacer con clase y estilo. Si tu tiempo vale tan poco como para verte mi vídeo entero sin que te interese, sin que estés de acuerdo y, encima, comentar, al menos haz que merezca la pena.
O debate con respeto, pero estamos en redes sociales y tampoco quiero pedir lo imposible.
Un buen ejemplo de cómo hacerlo con clase es Derek, el mejor en esto, todo un titán de la plataforma de nuestro ídolo: https://x.com/dieworkwear
Bueno, en realidad yo mismo era un gran hater hace años. Uno de nivel muy top. Pero por suerte, comportarme como un gilipollas siendo joven me hizo aprender a tiempo, y ahora intento ser menos gilipollas cada día. Y eso también es un éxito, ¿no? Pero claro, para lograrlo primero tienes que aceptarlo. Esto concretamente.
Si en algún momento tienes dudas, recuerda esta simple ecuación:
Si tu comentario no lo firmarías con tu nombre y foto, tu comentario es basura.
Si tu comentario es basura, eres basura.
No seas basura, my friend. Bruce Lee.
En otro orden de cosas, me queda poco tiempo para poder cumplir con esa idea de dos videos mensuales que propuse en mi último vídeo de 2024, y no voy muy sobrado de tiempo, así que es posible que convierta en vídeo el post anterior por el que además recibí buen feedback (siempre se agradece el feedback sincero, sea bueno o malo).
Pasa buena semana y recuerda: no lo estás haciendo mal si nadie sabe lo que estás haciendo.
A.