Estoy decidido: el viernes 10 de marzo será el día en que cambiaré el host del dominio de soyunamierda.com de forma gratuita. Soy un experto cazador de gangas y, claro está, un maestro en el arte del fracaso. Creo que podré lograrlo fácilmente, pero la vida, como siempre, me tiene reservada otra sorpresa.

Pronto descubro que esta oferta de «cambio gratuito» es tan real como los unicornios que cagan arcoíris. Me veo atrapado en una búsqueda desesperada por mantener mi web a bajo coste, y de repente, una idea brillante ilumina mi mente: comprar el dominio soyunamierda.es. ¿Acaso hay algo mejor que tener dos dominios que proclaman mi talento para el fracaso?

Así que, con la misma destreza con la que suelo tropezar con mis propios pies, adquiero soyunamierda.es, un dominio destinado a convertirse en mi nuevo hogar digital, un santuario para todos aquellos que, al igual que yo, celebramos el arte del fracaso en lugar de ocultarlo bajo la alfombra.

De esta manera, demuestro una vez más mi maestría en el fracaso, transformando un intento fallido de cambio de host gratuito en la adquisición de un nuevo dominio gloriosamente derrotista. Alzo mi copa en un brindis por los fracasos y las metidas de pata, porque en esta historia épica, soy el héroe que no teme enfrentarse a sus propios desastres.